Al saludar a los peregrinos que llegaron a San Pedro para participar en la Audiencia General, el Papa bendijo al invidente y a Domi, su perro fiel que siempre le acompaña. “Le he pedido que rece por mí y por mis seres queridos. Y él me ha pedido que rece por él de manera muy amigable”, explicó Messina en declaraciones.
“Además se ha interesado por mi perro, por cómo me guía. Parecía que hablaba con un amigo, muy disponible y gentil, me ha cuidado”, añadió Messina.
Este italiano de Palermo fue a ver al Papa junto a miles de fieles en la Plaza de San Pedro, donde el Pontífice argentino invitó a “volver a llevar la fraternidad al centro de nuestra sociedad”.
Durante su habitual recorrido en papamóvil por la Plaza, el Papa Francisco también se detuvo en numerosas ocasiones para bendecir a los neonatos, e intercambiar sonrisas y bendiciones con los fieles.
Para sorpresa de muchos, a mitad del recorrido el Santo Padre ordenó detener el automóvil e invitó a un niño y una niña de 10 años a subir al vehículo, con quienes continuó su recorrido de bendiciones y saludos entre los fieles.
El ingreso a las audiencias generales de los miércoles es gratuito y accesible a todos los fieles. Solo es necesario reservar una entrada a través del Vaticano. El Pontífice suele dedicar unos minutos para saludar a todos los enfermos al final del encuentro y otorgarles su bendición.
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